Por: Roxana Cortés Molina

El escepticismo es una doctrina filosófica que niega o cancela la posibilidad de alcanzar la verdad. Haciendo una referencia histórica, en Grecia nació el primero de los grandes pensadores escépticos: Pirrón. En él, se encuentra la forma más extrema de escepticismo, pues su propia vida fue una prueba de incredulidad ante el mundo mismo, tratando así de “despojarse de su humanidad”[1] al intentar llegar al punto en donde la conciencia o pensamiento le fueran nulos o inexistentes.

Otras formas de escepticismo fueron desarrolladas por Enesidemo y Sexto Empírico. El primero practicó el escepticismo clásico, el cual consistía en un tipo de fenomenismo, ya que si se creía en lo inmediato a la conciencia, es decir, en las apariencias, no había cabida para poder conocer la realidad de las cosas. Sexto Empírico desarrolló el fenomenismo, pero de manera lógica; él creía que no había porque no encontrar relaciones entre los fenómenos regulares y así poder influir sobre estos.

Esta doctrina llega después del auge griego que se da gracias a Sócrates, Platón y Aristóteles, de quienes no se podría afirmar que profesaran escepticismo, por ello, la intención de este ensayo es analizar el diálogo “Teeteto o Sobre la Naturaleza” de Platón para aclarar la respuesta hacia la cuestión: ¿qué es el conocimiento?, ir en búsqueda de argumentos que nos relacionen con el escepticismo, y, sobre todo, que nos lleven a esclarecer el planteamiento de esta doctrina.


I) La interrogación acerca de la naturaleza del conocimiento

1.1 Discusión acerca del significado del conocimiento

Ante la interrogación de Sócrates acerca de la naturaleza del conocimiento, Teeteto afirma primeramente que éste es igual a la percepción. Teeteto admite la imposibilidad de percibir mediante una facultad, por ejemplo, la vista, lo que se percibe por otro medio, como el oído. En un saber vulgar o cotidiano, nos encontramos diariamente con percepciones, como lo pueden ser el sonido o los colores, cuyas formas de identificarlos se dan gracias a que tenemos ciertos órganos o sentidos que nos auxilian, empero, “¿Por medio de qué órgano opera la facultad que te da a conocer lo que tienen en común todas las cosas y éstas en particular, como el “es” y el “no es” con el que te refieres a ellas (…)?” [2] Aquí es cuando se cae en la cuenta de que el conocimiento no tiene como medio a los sentidos únicamente, puesto que debería entonces haber alguno que aprehendiera la unidad y pluralidad, semejanza y desemejanza, identidad y diferencia y al ser y al no ser. ¿Qué es, pues, lo que nos ayuda a conocer? Teeteto responde, después de analizar la cuestión socrática, que es el alma la que examina por sí misma lo que es común en las cosas.

Así, la verdad de algo no se puede conocer sin antes conocer la de su ser, y con ello tampoco se puede saber sin alcanzar la verdad. Sócrates afirma: “El saber no radica en nuestras impresiones, sino en el razonamiento que hacemos acerca de éstas. Aquí, efectivamente, es posible aprehender el ser y la verdad, pero allí es imposible” [3]

1.2 Puntos de vista acerca de la naturaleza del conocimiento

La conceptualización del conocimiento llega entonces a otro nivel, ante el cual el mismo Teeteto concuerda con que el verdadero conocimiento versa sobre lo universal y lo permanente, y no sobre otras definiciones repasadas por Teeteto, como lo fueron:

  • El conocimiento es igual a percepción.
  • El conocimiento (o ciencia) descansa sobre juicios verdaderos.
  • El conocimiento es un juicio verdadero acompañado de una explicación.


II) Protágoras

Protágoras profesa el relativismo. Su famosa frase: “El hombre es la medida de todas las cosas” nos lleva a pensar que cada hombre tiene su propia verdad y con ello, lo criticable en una idea central, sería: ¿cómo puede llamarse Protágoras profesor de una doctrina que afirma que cada persona es su propia fuente de conocimiento?


III) Relación o argumentos escépticos en el diálogo

En el diálogo, Sócrates figura que no podemos aspirar a tener conocimiento analizando la realidad a partir de los sentidos, es decir niega la posibilidad del conocimiento a través del mundo material, si esto es relacionado con los escépticos, encontramos como similitud:

  • La imposibilidad de conocer el mundo real por medio de los sentidos, recalcado esto con Pirrón, puesto que él encontraba al mundo sensible como prácticamente nulo ante el conocer humano.
  • Recordando a Enesidemo, se defiende el hecho de que aunque no podamos conocer los fenómenos naturales, ni podamos crear ciencia o conocimiento por medio de los sentidos, si se debe tomar en cuenta la existencia de estos mismos.

La filosofía platónica muestra en el diálogo de Teeteto un desemboque en la defensa del conocimiento o ciencia que tenga a la realidad inteligible, o sea lo conocido no sólo por percepciones o sensaciones, sino por su alma misma que capta la unidad en la pluralidad.

En la lectura, se denota la importancia de conceptualizar a los objetos, es decir, observarlos y aprehender de ellos las características que los identifican, pero no es esto sino un modo donde no se podrá conocer la verdad de las cosas, no se podrá entonces hacer ciencia. Ningún conocimiento se alcanza con la definición, puesto que el conocimiento verdadero del mundo sensible está fuera del alcance de nuestros sentidos, va más allá de este plano y recae en lo que después denominarían permanente en el ser, esencias.

Si el escepticismo cancela la posibilidad del conocimiento del mundo sensible, Platón en el diálogo denota que esa posibilidad si se alcanza, pero por un medio totalmente distinto al de los sentidos. El escepticismo viene siendo una forma para partir y analizar al ser y caer en cuenta de que tenemos que ahondar en la realidad de las cosas para conocerlas.


Bibliografía

- Platón. Diálogos. Editorial Gredos. Madrid 1985.
- Vernaux, Roger. Epistemología General o Crítica del conocimiento. Editorial Herder. París 1959.


Notas

[1] Vernaux, Roger. Epistemología General o Crítica del conocimiento. Editorial Herder. París 1959. Pág. 33
[2] Platón. Diálogos. Editorial Gredos. Madrid 1985. Pág. 263
[3] Platón. Diálogos. Editorial Gredos. Madrid 1985. Pág. 266

7 Comentarios:

fernando reyes baños dijo...

¡Hola Roxana! Nuevamente, gracias por colaborar con nosotros aportando tus escritos filosóficos; en esta ocasión además, voy a permitirme hacerte una sugerencia: no quedándome duda acerca de lo interesantes que son tus escritos, probablemente, si éstos fueran un poco más didácticos, un poco más dirigidos a un público no especializado en asuntos filosóficos, lograrían captar la atención de más personas e, inclusive, motivarlos a publicar algún comentario; ciertamente, en el blog puede haber escritos muy sofisticados, pero independientemente de eso, me parece que la sencillez en el lenguaje y, sobretodo, escribir pensando en cómo hacerle para que el lector entienda el asunto sobre el cual se escribe, siempre será lo más importante. Enfatizo: lo mío sólo es una opinión y, si acaso, quisiera que la tomaras como una sugerencia. Me despido con esta frase de José Ortega y Gasset: "La claridad es la cortesía del filósofo". ¡Saludos y felicidades!

Andrés dijo...

¡Estoy en desacuerdo con el comentario anterior! Es decir, coincido con lo que se plantea, pero no considero que tu texto, Roxana, sea de una complejidad fuera de lo normal. Soy profesor de Filosofía en Montevideo, Uruguay, y he recomendado la lectura de tus apuntes a mis alumnos de 16 y 17 años, en tanto tus textos me resultan sencillos, detallados, y descriptivamente abarcativos. En fin, quisiera dejarte mi saludo, qué diría Protágoras de esta diversidad de criterios...

Anónimo dijo...

DUUUUUHHH!!! tu los entendiste porq eres profe de filosofìa y de ley que les diste a tus estudiantes una breve explicación... que parte no entendiste que sólo es un comentario y que se explique un poco mejor... o acaso no has leído a Daniel Prieto... cuando dice... que la comunicación debe ser tan explícita para una buena explicación...!!! obvio, no has leìdpo de comunicacvión en la educación.

Anónimo dijo...

MUCHAS GRACIAS ES DE GRAN AYUDA PARA LAS INVESTIGACINES DE EPISTEMOLOGIA QUE ME DEJAN EN LA U, UNA VEZ GRACIAS POR COLOCAR TUS CONOCIMIENTOS PARA LA CLARIDAD DE OTROS.

Anónimo dijo...

andres no seas mal agradecido creo que te ayudo con la invetigacion y por favor para realizar sugerencias lo puedes hacer de una manera mas amable no con tanta pataneria

JOVITA LOZANO dijo...

QUE BIEN QUE EXISTAN PERSONAS COMO USTEDES DISPUESTAS A COMPARTIR SUS CONCEPTOS, CONOCIMIENTOS Y SU VALIOSO TIEMPO..SOY ESTUDIANTE DE LIC. EN PSICOLOGIA Y ME SON DE GRAN UTILIDAD.... LOS FELICITO

fernando reyes baños dijo...

Hola Jovita: ¡Muchas gracias por tu comentario! Nos alegra que te haya sido de utilidad. ¡Salu2!



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