De la dicotomía...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Entendida la dicotomía como división, oposición entre dos cosas, según el Larousse Conciso Ilustrado, parecería que estamos viviendo tal fenómeno en nuestro acaecer cotidiano, tanto en nuestros lares, como en el resto del país y del mundo.

Es el caso que el ser humano ha inventado y creado al Derecho como una herramienta para resolver los problemas que normalmente surgen entre la gente por múltiples causas, herramienta que ha superado las etapas de la venganza privada, de la Ley del Talión( ojo por ojo, diente por diente, vida por vida), y se pretende que las soluciones se den, de manera pacífica y civilizada, merced a las actuaciones de los órganos jurisdiccionales creados ex profeso, procurando, en todo caso, que se haga justicia a las partes.

Así mismo, el propio Derecho ha creado al Estado para administrar la cosa pública que atañe a toda la población y ha creado ( ideológicamente), formas y conceptos, mecanismos y estrategias para llevar a feliz término los fines del Estado, para lo cual éste se ha integrado, entre otros elementos, por los gobernantes y los gobernados ( dentro de los ámbitos personales de validez de la norma jurídica).

Es a este respecto, en la relación que existe entre gobernados y gobernantes, que las grandes masas que integran a la población, en los países llamados democráticos, a esta última el Derecho les ha creado la facultad de elegir a los gobernantes, a diferencia de los países autocráticos en donde los o el gobernante se impone por la fuerza de las armas, en términos generales.

Para ello, se han creado mecanismos jurídicos para que el manejo de la cosa pública y, en especial, el asunto de lo dineros, se maneje con responsabilidad, con transparencia y, sobre todo, con honradez.

De esta guisa los “próceres” actuales, en los diferentes órdenes de gobierno, tratando solo de explicar, que no de justificar su actuación pública, a través de los medios “informan “ a la ciudadanía de los “grandes logros y avances que se han dado en sus respectivas administraciones”, en diferentes momentos y en diferentes lugares, pretendiendo crear una imagen de capacidad, de avance, y de resultados a todas luces halagüeños.

Pero por otro lado, los medios nos informan y en las mismas páginas en donde se da cuenta de tales “logros”, de serios cuestionamientos sobre los mismos, ya sea desmintiendo u opacándolos, merced a diferentes informaciones que pretenden solo informar de lo que esté pasando.

Lo anterior no solo es de relevancia, sino que implica el que se produzca una enorme incertidumbre, falta de certeza en la ciudadanía, que espera información veraz y oportuna, para actuar en consecuencia, en todos los rubros de su vida cotidiana, pero al tener solo información sesgada, con verdades a medias o en franca actitud falaz, entonces la desinformación se vuelve en contra de los emisores de la misma y al margen de la gran desconfianza e incertidumbre que generan, también crean una pérdida muy importante de popularidad, la cual suponen que estaban logrando para escalar nuevos niveles en la administración pública, merced a la actividad que ellos llaman “política”, cuando en realidad lo que están haciendo es solo “ grilla” y por demás, “aldeana”.

Por eso crea incertidumbre el que se diga que están disminuyendo las muertes violentas, cuando diariamente se da cuenta de varias al día; que las finanzas públicas locales están en números rojos por el mal manejo de administraciones anteriores, cuando éstas tratan de demostrar, con documentos, lo contrario; que se están haciendo gestiones para crear fuentes de trabajo y los vendedores ambulantes crecen en número cotidianamente; que se están creando nuevas estrategias para combatir a la delincuencia organizada, cuando ésta aumenta sus actividades y se dice que tal violencia es por la lucha entre bandas para el dominio de la plaza ( con el permiso de Don Perogrullo) ¿ Y?; que se debe privilegiar el diálogo para resolver problemas, pero éste no se da y los problemas aumentan; que las viviendas para los damnificados de los meteoros pasados hace mas de dos o tres años ya se entregaron y éstos últimos siguen demandando las tales viviendas pues viven a la intemperie desde entonces; que ya se les dotó de viviendas seguras y habitables y es el caso que éstas tienen daños estructurales que se han manifestado y no resultan seguras para sus habitantes; sin perjuicio de los desmanes vandálicos de “profesores y estudiantes” que no son susceptibles de la aplicación de la ley, por temor a ser calificados, (los “próceres”), como “represores”. No es así como se debe entender a la función pública, de por sí harto difícil, sino a través de la eficacia, la transparencia y la verdad. O usted, reclamante lector, ¿qué opina?