De lo anodino...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


Atento a lo que significa el término anodino, diremos que es un adjetivo que significa ineficaz, insustancial, insignificante, el que aplicado a las personas estaríamos hablando de un ser mediocre, gris.

Estamos viviendo en estos tiempos situaciones extremas que afectan a la humanidad en varios sentidos, tales que se requiere de la acción conjunta de todos para ir solventando dichos problemas.

En efecto, el ser humano, en su naturaleza posesiva, territorial, a pesar de la cantidad enorme de normas que regulan su conducta, sigue utilizando la fuerza para ya sea conservar sus territorios, como para apoderarse del de los demás, al costo que sea.

Al respecto basta con echar una mirada a los grandes imperios de todos los tiempos y veremos que esto es así, v.gr.: el imperio mexica no tenía necesidad de tener fuerzas militares en los territorios de donde recababan tributos, pues si alguien se negaba a pagarlos, sabía que la consecuencia sería una guerra e invasión inminente de parte de los aztecas y preferían cumplir con las condiciones impuestas por el señorío dominante y así lo hemos visto en el devenir histórico de la humanidad en las grandes culturas como en China, India, Persia, Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma, etc.

Actualmente el imperio, ya por cierto bastante descompuesto, el estadounidense y en vías de decadencia, actualmente está en una posición de ser manejado por alguien que los psicólogos y psiquiatras de ese país, en diferentes estudios que han dado a conocer por los medios, han catalogado con diferentes clases de trastornos psicológicos al sujeto de marras, pero por fortuna a partir de que en ese país, cuando quieren respetan la ley, según la conveniencia, han dado al traste con algunas medidas desquiciadas del susodicho, con lo que se deduce que su equipo de asesores solo son nada menos que sus “sílogos” .

Disculpas por la digresión, mientras tanto en el bello puerto que alberga la bahía de Acapulco y en el estado de Guerrero se han echado las campanas al vuelo por el evento llamado Tianguis Turístico que a pesar de haber sido originado aquí, el gobierno federal ( en la docena trágica) lo transformó en itinerante y la sede cambia constantemente a pesar de las insistencias de los prestadores de servicios turísticos.

Se han hecho múltiples declaraciones respecto a los eventos que se han concretado para su realización en este puerto, como el torneo de tenis o la remodelación del entorno de Sinfonía del Mar – La Quebrada, y del zócalo, la colocación de estatuas en lugares públicos, alumbrado público en la Costera, entre otros, así como la relevancia del turismo y cómo ha influido en la economía de los destinos, de todo el país, la actividad turística, solo este evento dejará doscientos millones de pesos todo ello en la acción de relanzar a Acapulco, todas vez de que es incontrovertible el hecho de la disminución de la afluencia de turismo extranjero (que es el de mayor capacidad económica ) y que solo nos sostenemos por el nacional , pero lamentablemente de poco poder económico. El turismo, pues, deviene en una fuente muy importante de divisas, por ejemplo, que se supone nuestro turismo en los próximos tres años, podría rebasar la cantidad de las remesas de nuestros paisanos a sus lugares de origen.

Se nos habla de realidades sobre la actividad turística, pero a nivel nacional, no de Guerrero ni de Acapulco, pero las acciones que se emprenden para nuestro destino turístico deben obedecer a un plan maestro y no solo a ocurrencias de esporádicos inversionistas, quienes por cierto lo están haciendo en la zona Diamante, por la apertura que se ha dado y se stá haciendo en esa zona, lamentablemente dejando aparte a las otras zonas del puerto.

Así, el CIA, ( Centro Internacional Acapulco ) otrora centro de convenciones es un elefante blanco y no hay para cuando se decida su relanzamiento como tal y no para otras actividades.

Vamos estamos conscientes de lo que se está haciendo y tratando de hacer para sacar a Acapulco del hoyo en el que está, pero no debemos solazarnos con el influjo de las palabras ni en el canto de las sirenas, después de estos eventos y acciones, será muy saludable y además necesario, el sacar cuentas y saber, de cierto, qué se logró, en qué rubro y en qué proporción, cómo se benefició a nuestra gente, no solo a las empresas transnacionales, que solo dejan el pago de la nómina y eventualmente los impuestos y todo lo demás se lo llevan a sus matrices, recabando una riqueza excepcional que debería repartirse masequitativamente. Bienvenidas las acciones al respecto, no seamos anodinos, pero sus resultados tenemos la obligación de conocerlos y de encauzarlos, en su caso. O usted, expectante lector, ¿qué opina?